Si nadie lo remedia, las subvenciones para la promoción y dinamización comercial del comercio interior se verán reducidas para el presente año a la mínima expresión. Las ayudas al comercio de proximidad pasarán de tener en el ejercicio anterior una partida presupuestaría de 1.300.000 euros a tan sólo 141.000 euros, el presente año. Igual pasará con las ayudas para inversiones, modernización e innovación del comercio (de 2.100.000 euros, a 60.000 euros). Así consta en el proyecto de presupuestos de la DGA para 2016.
Estas ayudas son fundamentales para la supervivencia del pequeño comercio y su tejido asociativo, más aún, en la actual situación de crisis, ya que para este sector, todavía está muy lejos esa “recuperación” de la que hablan algunos.
El comercio representa en el Aragón el 14% del P.I.B. aragonés. Una de cada cuatro empresas es un comercio. Y como alguien ha dicho: "el comercio está presente en todos los municipios y vertebra el territorio". Además, genera riqueza, empleo y dinamiza espacios.
Es verdad que situación económica no permite muchas alegrías y que es normal que haya ajustes y reducciones pero no hasta tales extremos.
La aprobación de estos presupuestos supondría la desaparición de numerosas asociaciones de pequeños comerciantes, tan necesarias para vertebrar el sector, sobre todo, en el mundo rural.
¿Es así como el Gobierno de Aragón quiere ayudar al pequeño comercio frente a las grandes superficies o a internet? Flaco favor hace con estas medidas. Más bien da la espalda a muchos aragoneses que luchan por sacar sus negocios adelante a costa de numerosos esfuerzos económicos y familiares.